miércoles, 20 de octubre de 2010

Tin Tun... proxima parada, El Sol

El sol siente envidia de mi sueño, por eso se mete entre mi ventana y me ilumina, en fin, que puedo hacerle al grandulón ese…?, no me preocupa, más bien ya que es domingo aprovechare para comer bien, relajarme y alistar mis cosas, ya casi empieza el partido.

Ahora, sé muy bien que no fui el viernes a entrenar, pero eso fue por una razón simple, tuve algunas diferencias con algunos del equipo, para que ir y hacer mala cara, prefiero quedarme lejos y esperar a que se me pase. Suena un grito que pienso viene del cuarto de mis padres, espero que sea de allá. Sin más problemas me levanto de la hamaca que cuelga en mi jardín, detengo la canción que escucho, camino sin afán, camino tan tranquilo que es anormal ese ritmo que adopto. Hoy es domingo.

Sé que es importante este día. Hoy habrá un partido en donde todos nosotros, los amigos, demostraremos esas agallas que tanto décimos tener. Bueno en realidad jamás he dicho que yo tuviera alguna clase o tipo de agallas, por eso no estoy tan a prueba. Aun así hoy será un día por orgullo. El otro equipo resulta ser uno cercano al nuestro, y ellos son mas "perfil bajo", pero ni ellos se lo creen. Vamos a aplastarlos.

Mis padres son efectivamente quienes me llaman, las escaleras son un problema, estoy dormido, esa hamaca hizo cumplió con lo prometido. Entre sueños escucho que me prepare, que ellos van a salir a ver el partido, que ellos quieren ver como pierde mi equipo. Sonrío. Esta es la clase de humor que yo suelo usar en mi casa, es un sarcasmo elegante en todo caso, que en momentos de tensión lo único que hacemos es suprimir la elegancia y el tono hará el resto, así que esto será un honor para mí. El partido se gana o se gana.

Voy en el carro un poco nervioso, no solo porque de vez en cuando pienso en lo que puede ocurrir hoy, pienso con ansiedad, y obviamente lo hago con tranquilidad, sé que mi equipo es bueno. Le creo a cada uno, en quien no creo es en la persona que me dio la dirección de la cancha, estoy oficialmente perdido. Después de cientos de giros indebidos y de conocer muy bien el barrio, llegamos. Esta lleno el lugar.


Mi familia decide abrir las puertas y echarme. Me siento un poco solo la verdad, pero no dura mucho, a lo lejos veo la cantidad de amigos que estoy completamente seguro vivieron y sienten lo mismo que yo. Todos sudamos ansiedad. Se nos nota que hay nervios de respeto por el rival, se nota la gente que nos saluda del otro equipo que están peor. Eso nos alegra. Mi familia analiza. Llega nuestro entrenador, da la orden. Esto ha empezado, arrancamos.

Todo mi equipo empieza a organizar muy juiciosamente las cosas de todos, diría que esto es mas por demostrar algo ante los demás, este momento se trata de eso, de demostrar coraje, de no hablar pero si amedrentar. Creo que lo estamos haciendo bien. Estoy ansioso, cada balón que cae cerca de nosotros nos recuerda el motivo de este día. Mi familia me ve de lejos.

Ya estoy preparado. Quiero jugar ya.

Nos reunimos todos, se nos nota a todos lo importante de este momento. El entrenador me toca el hombro, afirma que no puedo entrar aun. Aun no es mi hora. Será esperar al segundo tiempo. Mi familia mira de lejos.

El ambiente tenso de la cancha se siente hasta donde estoy yo, la prudencia no vino con nadie hoy, todos gritan desesperados. A mi izquierda me hablan todos de estrategias, a lo lejos gritan sandeces, todos quieren jugar, esto ya se salió de las manos. Vamos perdiendo y mi familia sigue viendo de lejos. No me desaniman tres goles en contra, no me hace temblar cada jugador del equipo contrario, he calentado un buen tiempo y estoy preparado, no me molesta para nada le bulla de la gente que está con los otros, estoy bien. Miro a la derecha y algo sucede, realmente me quedo paralizado. Una persona se acerca al lado derecho de nosotros. Solo observa y se le ve analizando el juego, no ha dicho nada, no crítica no hace nada, pero es suficiente para asustarme. Mi familia sigue mirando el juego, se que entienden que este compromiso esta complicado. Se acaba el primer tiempo.

Me alisto para empezar el segundo tiempo, estamos jugando en contra del tiempo, el sol de esta mañana está al frente de nosotros. Ya casi no podemos ver, estamos agotados, pero el Niupi lo merece. Tenemos que dar todo aquí. El sol se alegra de nuestra derrota, pero mi familia sigue viendo, y ahora, ella mira todo.

No sé en qué minuto vamos, hay muchas cosas que empiezo a desconocer y decido olvidarme de cuantos miran y cuantos ignoran. El balón se acerca a la cancha, solo siento saltar ya, se hacia donde golpear la bola, todos gritan Gol. Mi familia no está mirando ya. No sé si ella siga aquí. Veo como una cantidad de gente se acerca y se les cambia la cara, la actitud es otra claramente. Es un argumento para morirnos en esa cancha, ellos tienen tres, pero nosotros tenemos todo.

El ambiente se empeora, hay problemas, ya casi nos vamos a los golpes, insultos van y nosotros respondemos, hoy es día de orgullo. Empatamos el partido. El sol se va a molestar a otro. Muchos no vieron este día, pero sí que se los hicimos sentir. No doy más, estoy realmente agotado, mi familia habla de todo menos de lo ocurrido, y yo voy medio dormido rumbo a mi desorganizado cuarto pensando en solo una cosa, será que el sol también la vio?

Con especial cariño -The Stranger-

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